sábado, 30 de abril de 2016

Arauzo de Salce (25/04/16)

Esa primavera lluviosa que hemos tenido durante buena parte de abril se ha tornado en una primavera soleada, e incluso calurosa cuando el molesto viento lo permite, algo que se agradece para nuestros menesteres pajariles después de tanto día gris, agua y frío.

Este post está está centrado en resumir la visita a la balsa de riego de Arauzo de Salce que realicé durante la mañana del pasado 26 de abril, para comprobar el estado del paso en ese momento del día. El aspecto de la balsa ya no ofrece esa lamentable imagen consecuencia de la falta de agua que mostraba este pasado verano-otoño; las abundantes lluvias caídas durante estas semanas han servido para que la balsa vuelva a retomar esa lozanía que tenía cuando la conocí hace ya casi cinco años.

Antes de llegar a la balsa, y durante una breve parada en las inmediaciones de Arauzo de Salce, pude escuchar en el encinar a mi primera curruca mirlona Sylvia hortensis del año, y casi al mismo tiempo también el canto de una oropéndola europea Oriolus oriolus que provenía del arbolado de ribera del río Aranzuelo... ¡también la primera!

Ya en la balsa, lo primero que pude ver a lo lejos, nada más llegar, fueron tres grandes aves blancas, que resultaron ser espátulas comúnes Platalea leucorodia.

Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)
Espátula común (platalea leucorodia)


Uno de los ejemplares estaba anillado; sin embargo, no me resultó posible realizar la lectura completa de la anillas, pues el ave se encontraba sumergida hasta el muslo, y solo durante uno de los pocos movimientos que realizó solo e permitió fotografíar la anilla que tenía en la tibia derecha.

Espátula común (platalea leucorodia)

Las espátulas estaban asociadas a un grupo de 18 gaviotas reidoras Chroicocephalus ridibundus, que no tardaron mucho en proseguir con su viaje hacia tierras norteñas. Poco después hicieron lo propio las espátulas.

Grupo de gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) y espátula común (Platalea leucorodia)

De límicolas poco movimiento, solo chorlitejo chico Charadrius dubius y andarríos chico Actitis hypoleucos, cuya presencia poco a poco van en aumento, ese día contabilicé 22 ejemplares.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

A media mañana aparición fugaz de un par de fumareles comunes Chlidonias niger, que dieron una vuelta sobre la balsa y rápidamente desaparecieron de la misma, sin apenas dar tiempo a verlos.

Fumarel común (Chlidonias niger)

Y sobre la lámina de agua prácticamente nada, tan solo cuatro machos de ánade azulón Anas platyrhynchos y una pareja de somormujo lavanco Podiceps cristatus.

De momento, este paso prenupcial se parece mucho al del año pasado, que se caracterizó por no ser precisamente generoso en la concesión de observaciones. ¡Veremos que tal se comporta mayo, un mes que tradicionalmente es bueno para la observación de limícolas!

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